
Publicada el 2015-04-13
España cuenta con 25 millones de viviendas y uno de los mayores parques de edificios obsoletos energéticamente. Se calcula que hay unos 2.000.000 de viviendas en mal estado de conservación y de los 10,7 millones de viviendas en edificios de 4 o más plantas, 4 millones todavía no tienen ascensor, ni salva-escaleras ni rampas que faciliten el acceso.
En materia de eficiencia energética el déficit es muy importante: el 90% de los edificios son anteriores a la aplicación del CTE y el 60% de las viviendas españolas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética (son anteriores a la aplicación de la NBE-CT 79). Las viviendas consumen en España el 17% de toda la energía del país y las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por los edificios han crecido más de un 20% desde 1990. El consumo de energía por metro cuadrado de los edificios en España supera de media los 200 kWh/m2/año.
Así mismo, el 38% de los españoles no está satisfecho con el aislamiento contra el calor y el frío de sus viviendas y el 42% con el aislamiento contra el ruido (encuesta CIS 2010).
Se estima que existe un potencial de ahorro del 10% y hasta ahora la actividad en renovación ha sido muy escasa, prácticamente sólo motivada por la Inspección Técnica de los Edificios de los Ayuntamientos. El principal problema es el de la financiación y el retorno de la inversión.
Según la Comisión de Infraestructuras y urbanismo de la CEOE, la actuación en unas 250.000 viviendas por año, con una media de 15.000€ por intervención (desde la pequeña reforma hasta la rehabilitación integral) puede suponer 135.000 empleos directos.
Además, en España la construcción de nuevos edificios se ha reducido de forma muy relevante: se estima que en 2050 los edificios nuevos construidos entre hoy (2013) y 2050 representarán como máximo un 10% del parque de edificios existente.
De esta forma, como una de las conclusiones del Congreso RiED 2013, la rehabilitación es una prioridad y una oportunidad para todos: reactiva un sector muy dañado, mejorando las condiciones de vida de los ciudadanos y reduciendo nuestra dependencia energética. En ese sentido cabe recordar que no es un gasto, sino una inversión que se autofinancia y se rentabiliza por vía de los ahorros generados y la revalorización conseguida. Otras conclusiones de este Congreso centrado en la rehabilitación fueron:
En definitiva, la rehabilitación supone una dinamización económica de los sectores de la construcción y servicios energéticos y la consiguiente creación de empleo a nivel local.
FUENTE: PREFIERES - PORTAL EFICIENCIA http://www.prefieres.es/renovacion-de-edificios-viviviendas